Mis
respetos para Matías Prats hijo. El problema es ese, que ya ha cumplido sesenta
y sigue siendo Matías Prats hijo. A veces parece una mala copia del siglo XXI
del ínclito e insoportable Jesús Hermida con su periodismo esquizofrénico,
sobre todo por los aires de grandeza. Sabe que es el mejor pagado de la
televisión, por encima de Pedro Piqueras en Telecinco que además tiene más
espectadores que él (supongo que porque la gente no cambia de cadena cuando
termina Pasapalabra y Sobera ha perdido el tirón que tenía. Por eso le han
sustituido). Y nos regala con múltiples errores en la lectura de las noticias
(que el prompter sigue estando ahí, que no engañáis a nadie), y con un exceso
intolerable de pausas entre la primera parte de la noticia y la última. Pero perdonémosle
esos detalles a un tipo que, en líneas generales y a lo largo de cuarenta años,
no lo ha hecho mal del todo.
La
que no tiene perdón de Dios es la .......... (pónganle el calificativo que
deseen) de Mónica Carrillo. Esta chica, de quien se desconoce por completo su
vida privada, aunque todos podemos decir: a mí qué me importa su vida privada,
se desconoce porque, sencillamente no la tiene. Es una workaholic, como dirían
los americanos. Una adicta al trabajo. Y si además cuando tiene tiempo libre,
en vez de alternar con las personas se dedica escribir segundas partes de Heidi
pues ....
Pero
no es eso lo peor de la Carrillo. Se trata de un agujero negro como
presentadora. Ya lo decía mi madre hace tiempo: esa chica se ríe por todo. Está
bien que te rías porque Mireia Belmonte ha conseguido otra medalla para la
colección, pero recuerdo particularmente el tratamiento que le dio al terrible
accidente del tren en Santiago, a la altura de Angrois. Carrillo, simplemente,
no tenía ni idea de cómo enfocar la noticia. Matías tuvo una idea brillante, si
es que fue suya, como trasladarse inmediatamente al lugar del siniestro y elaborar
allí el programa durante unos días, pero Carrillo se ha pasado tanto tiempo
dedicada a imitar a su maestro, como ella misma le llama, que no ha
desarrollado un modus
operandi propio. Observas a la Carrillo en sus informativos y todo
es lo mismo. Parece un robot. Mismos gestos, mismos movimientos, mismos tics
nerviosos como todo el que se pone delante de una cámara. ¿Alguna vez sacará
personalidad propia?
No
voy a negar que se trate de una chica preparada, aunque tres idiomas (si no
estoy mal informado) también los hablo yo, y cuando Cataluña sea independiente
(jajajajajajaja) ya serán cuatro, pero doy gracias a los sesudos responsables
de los informativos de Antena 3, aunque esté la figura decorativa e inútil de
Gloria Lomana al frente, pero no importa porque no es precisamente ella quien
decide, de haberla cambiado al fin de semana con su compañero de desventuras y
de falta de liderazgo en los informativos. Todos mis respetos hacia ella, pero
por favor, que no me la pongan delante. Esta es capaz de narrar la noticia de
una explosión nuclear en Manhattan con medio millón de muertos esbozando una
sonrisa.
Sigue
escribiendo trozos de Heidi, que parece que se te da mejor que ponerte delante
de una cámara. Pero es que eso, comparado contigo, se me daría mejor hasta a
mí.
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