El simplemente mediocre José
Luis Rodríguez Zapatero introdujo en la política española el sistema del
frentismo. Sus predecesores, de uno y otro bando o tendencia política, habían
optado por la reconciliación. Pero él no. Como en la Guerra civil, y es que
este hombre está marcado por la herencia recibida de su familia. Si, a su
abuelo lo mataron los azules. Y a buena parte de mi familia, los rojos. Y
setenta años después, ¿voy a regir mi vida por lo que hicieron mis bisabuelos?
Sencillamente lamentable, o como ya he resumido a la perfección, mediocre. De
lo más mediocre de nuestra Historia reciente, en un momento perfecto para
gobernar la mediocridad general del país. De muchos de ustedes, que le votaron
y le dieron manga ancha. Así llevamos siete años de crisis. Enhorabuena a todos ustedes.
El sistema del frentismo
quiere decir que, con la bicefalia actual de partidos políticos y mientras
dure, prácticamente desde la formación del Parlamento de nuestra reciente
Democracia, poco ha importado que uno de los dos grandes Partidos, PSOE o PP,
tuvieran una idea genial para sacar adelante o mejorar el país. Sabían que el
bando contrario, y solo por ser el bando contrario, se iba a oponer a dicha iniciativa.
Zapatero grabó a sangre y fuego en sus militantes que esa idea era la que se
iba a imponer durante su legislatura. Y lo que es peor. Convirtió al señor
Rubalcaba, un hombre que sería respetable si no fuera por su condición de
sinvergüenza, cobarde y mentiroso que ha tenido que salir del PSOE por la
puerta de atrás cinco segundos antes de que le echaran a patadas, además un
señor que acababa de llegar a esto de la política de alto nivel, en un títere
aún cuando él mismo ya se había marchado.
La consigna de Rubalcaba a
todo aquel que quisiera escucharle y hacerle caso fue: “Al Partido Popular, ni
agua". Esto se tradujo en todo tipo de incidentes a lo largo de nuestra
geografía. Pancartas, manifestaciones porque a mi perro no le gusta el pienso
que ha importado el Gobierno desde China … Desde mociones de censura aliándose
con etarras hasta dinero bajo mano para cambiar un gobierno municipal de manos.
En un ayuntamiento en el que el PP había sacado 10 concejales, el PSOE 5, IU 4
y el Bloque Nacionalista Gallego 2, se produjo nada menos que una unión de tres
Partidos para desalojar al PP de la alcaldía. Solo para conseguir ese objetivo.
Sin un proyecto político entre manos para el municipio, como no puede ser de
otra manera.
Simplemente, indecente. ¿Qué
tiene que ver un independentista gallego con un heredero del socialismo utópico
con un enamorado de la extinta Unión Soviética? Antinatural, ¿verdad? Pues esa
es la herencia de José Luis Rodríguez Zapatero y del todavía peor Alfredo Pérez
Rubalcaba. Dos auténticos desastres para la Historia de España a los que
beneficia el hecho de que la figura del destierro no exista en nuestro Código
Penal. Yo se la aplicaría a los dos.
Pasemos a lo que nos ocupa. Yo
doy mi opinión sobre Gallardón desde el primer momento. Me parece el peor
ministro del Gobierno, quien ya ha tenido que echar atrás varios de sus
proyectos de Ley porque se le ponía en contra hasta la mujer de la limpieza de
la calle Génova. Un hombre que nunca debería haber sido nombrado ministro de
nada, porque solo es un animal político y de esos ya tenemos muchos, y además,
y a tenor de sus actuaciones, un misógino, un facha irremediable y lo que es
peor, un homófobo intolerable. ¿Qué le han hecho los homosexuales a este señor?
A mí me pueden caer mejor o peor, pero no tengo nada contra ellos. Al
contrario, más mujeres para los demás. De vez en cuando también bromeo.
El derecho a decidir de las
mujeres. Esa bandera enarbolan todo tipo de colectivos femeninos, de mayor o
menos respetabilidad. Porque algunos, sencillamente, no tienen ninguna. Pero
ocupémonos de los que sí la tienen. Yo les haría una pregunta muy sencilla:
¿Qué derecho tienen a decidir las niñas de doce y trece años, para ellas
también mujeres, que han cometido el error de dejarse seducir por sus novios o
por los guaperas de sus institutos para quedar una tarde en casa de los padres
de uno de los dos y el chavalote ha aprovechado para quedarse con su
virginidad, echar un polvo y además dejarla preñada? ¿La inconsciencia de esa
niña de doce o trece años también se llama derecho a decidir? Me encantaría que
alguien lo discutiera conmigo. Iba a liarse una buena. Yo hablaría del derecho
a decidir de la mujer adulta, es decir, la mujer que responde de sus actos y
depende de sí misma para subsistir. No nos olvidemos: una niña de trece años
sigue siendo responsabilidad de sus padres. Igual que un niño. Pero el niño no
se queda preñado.
En el pueblo donde yo vivo,
las niñas de trece, catorce o quince años, practican sexo prácticamente todos
los días. Sobre todo, los fines de semana. Podría ofrecer un listado exacto de
dónde va la chavalería para echar un polvo rápido, sucio y carente de
profilaxis. Sus padres no están en casa, están trabajando o haciendo cualquier
otra cosa, y lo que no puede ser es que aten a sus hijas a la cama o les pongan
un cinturón de castidad. Las niñas follan, así de sencillo, y no todas son capaces
o tienen la voluntad de impedir a sus parejas sexuales, más ocasionales que
habituales, que lo hagan a pelo. Es decir, un condón. Y no es habitual que a
esas edades, los ginecólogos receten o prescriban la colocación de un anillo,
un DIU de toda la vida, que además libera estrógenos y produce efectos
secundarios, generalmente nocivos para las pacientes. Esa es la realidad de
nuestras adolescentes de hoy en día.
Daré mi opinión al respecto
acerca del aborto. Yo estoy a favor en los siguientes casos: peligro de muerte
para la madre, peligro de muerte para el feto, o peligro de muerte para los
dos. Y en el caso de menores de edad, muy menores de edad, a favor en todos los
casos. Así de sencillo, Cada uno tenemos nuestra opinión y esa es la mía.
Y sobre Gallardón, qué más
se puede decir. Yo solo diría: dimisión ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario