martes, 9 de septiembre de 2014

Canciones que no te dejan indiferente XI

Carlos Núñez es historia viva de la música gallega, española y mundial. Uno de esos privilegiados de los que aparecen uno en cada generación. Si pensamos en Galicia pensaremos en gaita, por supuesto, pero este hombre, un genio a la altura de Jean Michel Jarre en sus tiempos con los sintetizadores, todavía Mike Oldfield y pocos más, es el hombre orquesta de nuestro país.


Este término siempre ha sido un poco peyorativo. Causado por la envidia que nos caracteriza. Yo no sé hacer esto pero ese tío toca, es decir, DOMINA, siete u ocho instrumentos distintos. Eso nos da mucha envidia y nos provoca un sentimiento de rechazo. A la vez que de admiración, por supuesto. Los demás no somos capaces de hacer eso. Pero el aplauso sale de nuestras manos después de contemplar auténticas exhibiciones de virtuosismo sobre el instrumento.


A la espera de que dé el testigo a su heredero natural, Dani Bellón, una auténtica ametralladora humana tocando la gaita gallega, Carlos Núñez se ha dedicado a viajar por todo el mundo y sacar algunos discos en los que ha fusionado, con mayor o menor fortuna, ritmos africanos o sudamericanos con el inconfundible estilo gallego. No es la época que más me gusta de este genio de la mejor gaita gallega (no confundir con la escocesa, que ni se toca igual ni suena igual. Es mucho más metálica), pero nos ha dejado auténticas perlas que pueden gustar a todos, no solo a los amantes de la gaita, la flauta dulce y travesera o el oboe y la ocarina, instrumentos que también domina nuestro invitado de esta noche. "El pozo de Arán" es también una magnífica canción. Hace años apareció un tal Hevia, desde Asturias, que pretendió usurpar el trono de Núñez, pero no lo consiguió. Carlos se labró su carrera con su propio esfuerzo, y aunque la gaita asturiana sintetizada que utilizaba Hevia dio para un par de melodías que sonaron fuerte en la radio, no se volvió a saber de él. Cuando sacas un disco totalmente subvencionado por los políticos, corres ese riesgo.


Pero para poner el colofón al merecido elogio de uno de los grandes de los últimos treinta años, incluyendo su sintonía de la vuelta ciclista a España del año pasado, he escogido un tema que fue conocidísimo en los circuitos celtas pero no tanto en nuestro país. Para este tema, nos olvidaremos de los selectos arreglos instrumentales y nos centraremos en la exquisita voz de la cantante elegida para acompañarle, como ya hizo con Anabela o Noa. Hablo de Eimear Quinn, la cantante irlandesa apodada en su propio país como "la voz de las hadas". ¿Por qué la llaman así? No hay más que escuchar su voz.


Solo hay que disfrutar de esta obra maestra vocal e instrumental. No debería faltar en la fonoteca de ningún aficionado a la mejor música de todos los tiempos. También vale la pena escuchar la letra. No habla de ninguna tontería.


Carlos Núñez- Yann Derrien





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