Ha sucedido siempre en la Historia de la música moderna. Aparecen películas, aparecen series de todo tipo, y de repente, en un momento de la película o de un episodio, los sesudos guionistas incluyen un tema de fondo para promocionar su trabajo. Al músico le interesa que su canción se divulgue, sobre todo si la serie es un éxito mundial, y los productores de la serie están encantados de incluir la canción de determinada estrella de la música en los créditos.
Podríamos hablar de Glee, la serie reina de las versiones de otros artistas que emitirá su quinta temporada a partir de octubre, pero este es un ejemplo exagerado y que merece un artículo aparte. Me lo apunto. Pero un ejemplo perfectamente válido lo encontraríamos en la mundialmente famosa Breaking Bad. En este caso, incluyeron un tema que ya formaba parte de la Historia de la música, el inconfundible A horse with no name de America. Si se busca por YouTube, enseguida se recuerda el estribillo tan pegadizo. Esta serie cuidaba todos sus detalles al máximo. No en vano está considerada como una de las cinco mejores que se han emitido en lo que llevamos de milenio. También en la película de Verónica Mars, lanzada directamente al mercado de DVD gracias a las aportaciones de sus fans, que reunieron en tiempo récord los dos millones de dólares que les pidieron para rodar una película que dejara mejor sabor de boca que el final de la serie, se incluye el que para mí era un tema desconocido de Depeche Mode y por lo visto no lo es tanto, The love thieves.
En este caso, hablaré de una canción incluida en un episodio de una serie de las que mucha gente dice que son para frikis. El término friki, del inglés freak, significa raro, extraño. Pues debemos haber millones de frikis en este mundo. Lo que sí se puede decir de esta canción es que es prácticamente una desconocida, sobre todo para los que no son amantes de la ciencia-ficción y en este caso de la segunda entrega de la saga Stargate, Stargate Atlantis.
Esta canción presenta algunos detalles que la convierten en interesante, además del aire pretendidamente místico que se quiere ofrecer. El primero es que la cantó una de las protagonistas de la serie mientras rodaban, directamente. Rachel Luttrell hizo un trabajo magnífico, de tal manera que con su agradable voz convierte el episodio en algo inolvidable. Y otra de sus peculiaridades es que en el set de rodaje, Rachel cantaba con sonido en directo mientras sonaba la música pregrabada. Después pulieron el tema en el estudio, pero ya muchos episodios después del protagonista de la canción. Rachel Luttrell ha sacado otras canciones, incluso ha grabado algún que otro disco, pero sin gran repercusión. Llegó a grabarse una versión larga de este tema, pero conservando las mismas estrofas que en la versión de 2:50. ¿Qué hicieron con ella? Estropearla con casi dos minutos de arreglos instrumentales inútiles. Mucho mejor la versión de la serie, y es que la que convierte la canción en excepcional es Rachel, no la música de fondo.
Por eso el vídeo que traigo a continuación tiene un valor doble: escuchar a Rachel y convertir el episodio de la serie en una especie de epopeya. Esa era la intención. Para mí lo consiguieron. ¿A vosotros qué os parece?
Rachel Luttrell- Beyond the night
Y para los que queráis la versión de casi cinco minutos, aunque sin video, como es habitual en estos casos.
Rachel Luttrell- Beyon the night (studio versión)
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