sábado, 20 de septiembre de 2014

Indiferencia

La Bolsa, tan proclive a reaccionar negativamente ante acontecimientos importantes, o incluso ante las palabras de alguien tan inútil como la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, se ha tomado el referéndum escocés como una partida de ajedrez entre colegas. No le ha hecho ni caso. Simplemente, Escocia no es nadie desde el punto de vista internacional, aunque el triunfo del SÍ probablemente habría causado la dimisión de David Cameron, el no muy europeísta primer ministro británico. A mí me habría hecho gracia que ganara el SÍ. Ver entre las cuerdas a Cameron, que ni ha aceptado la moneda única ni acepta casi nada de lo que sale de la Unión Europea, solo lo que a él le interesa, habría sido realmente gratificante. Y la Bolsa empezó muy fuerte ayer por la mañana, pero se fue desinflando hasta quedar prácticamente plana. Solo la prima de riesgo bajó algo. Creo y espero que antes de final de año baje de 100 puntos básicos el diferencial entre la prima alemana y la española. Es decir, que al resto del mundo le habría traído sin cuidado la independencia de Escocia. Así de sencillo.


Por cierto, no voy a dejar de decir esto. Como catalán que no podría votar en el presunto referéndum que se ha inventado un fracasado y títere de los independentistas como Artur Mas, no me ha gustado nada que Marc Gasol se haya declarado a favor de la votación. Les entrevistaban a los dos hermanos y Pau se quedó convenientemente callado ante la pregunta de los periodistas. Él sabe estar. Pero Marc saltó para decirlo. Cada uno es libre de decir lo que piensa, pero si ya sentía poco respeto por el mediano de los Gasol cuando entraba en una pista de baloncesto, ahora la siento todavía menos como ciudadano. Un individuo que vive ocho meses al año en Estados Unidos, que seguramente está empadronado allí y que sin duda paga sus impuestos allí porque trabaja allí, lo menos que debería haber hecho es quedarse callado.


Al final tenía razón en mi artículo acerca de la selección española de baloncesto. Marc no está a la altura de su hermano, ni como jugador de baloncesto ni como persona. Lo demostró el otro día. Ya conocemos su auténtica catadura moral. Siempre a la sombra de Pau, aprovecha desesperadamente cualquier oportunidad para destacar.


Das pena, Marc Gasol. Y además demuestras que eres un ignorante y un paleto.

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