jueves, 30 de octubre de 2014

Dijo un sabio

Lo que lamenta de verdad, el corazón siempre lo recuerda.


¿Cuántos lamentos se acumularán en nuestro interior?

lunes, 27 de octubre de 2014

Un panorama desolador



Observas las informativos de la noche, después de divertirte y emocionarte en Pasapalabra, y es como si volvieras a un mundo en el que no quieres estar.


 


La trama de corrupción generalizada del Partido Popular empieza a desvelarse a nivel nacional, después de que los peperos hubieran conseguido silenciar, en mayor o menor medida, al pesado e impresentable de Luis Bárcenas y la ingente cantidad de dinero que llegó a manejar. Una cosa es cierta en este sentido: cualquier día aparecerá ante los medios de comunicación para decir que ve elefantes volando, pero no por ello deja de ser sospechosa, más que sospechosa, toda la trama de sobresueldos, financiaciones y gastos diversos no declarados a Hacienda. Demasiado volumen de casos abiertos como para que no haya algo de cierto en lo que dice este ladrón multimillonario.


 


Pero no crean que los demás se libran de la palabra ladrones. Los socialistas hacen lo que pueden allá donde les toca algo de poder, porque son corruptos por naturaleza como la derecha es autoritaria, rancia y clasista. Allí tenemos todo el sur, Andalucía, donde los millones se escapan como gotas de sangre en una hemorragia sin fin. ¿Creen que durante el gobierno de Zapatero no se llevaron los millones en bolsas de basura? ¿Juan Guerra y sus cafelitos?


 


Todos, todos, todos. Incluso los regionalistas de Convergencia Democrática de Cataluña. Treinta años cobrando el cinco por ciento de cualquier concesión de obra pública y además no le daban un euro a sus socios de Unión. Catalanes tenían que ser. ¿Se imaginan la millonada que supone eso? Muy buena la jugada de la independencia para despistar. Pero esa jugada se acabará. Todos volverán a sus casas y tirarán las pancartas a los contenedores y entonces empezará lo serio. Y lo serio será la corrupción socialista aliada en tiempos de Montilla y Carod-Rovira (¿Creen que no se llevaron dinero a espuertas durante esos cuatro nefastos años?), la investigación a fondo de los interminables trapicheos de los Pujol y, no se olviden, Euskadi tampoco se librará. El País Vasco es rico, la región más rica de España, y allí también saldrá de todo, porque la riada de millones que se mueven allí cada día, gracias a su intolerable fiscalidad puesta en alfombra roja por los sucesivos gobiernos de Madrid para obtener sus necesarios votos en el Parlamento de Madrid. Ayudar al Estado no es gratis para los vascuences. Simplemente, odian tener que pertenecer a un Estado que no soportan y se vengan así. Recuerden: ni siquiera llegaron a firmar la Constitución. Y en más de treinta años, no han dado un palo al agua para atacar a ETA.


 


Y no dejaré de mencionar a los sindicatos. En su caso, han quedado marcados de por vida. No hay nada peor, dentro de un orden tolerable, que un sinvergüenza. Un sinvergüenza es aquel que perjudica a los demás con sus acciones beneficiándose a sí mismo sin importarle el perjuicio que pueda provocar. El mayor sinvergüenza de España en ese sentido se llama Cándido Méndez. O eso, o es un paleto de pueblo (¿Quién me dijo que era economista de profesión? Pero ¿tiene profesión ese señor?) que no se ha enterado de todo lo que ha hecho el sindicato que """dirige""" a lo largo y ancho del Estado español. No puede haber hombre más inútil en España. Que además sale ante cualquier micrófono que le ponen delante para decir que su sindicato es inocente de todo lo que se le acusa cuando ya hay dos docenas de sindicalistas en prisión durante su mandato. No se puede ser peor jefe. Debería haber dimitido hace tiempo, pero eso es algo que no se estila en este país, y más en un sindicalista que parece no haberse duchado ni afeitado en años y que cobra cien mil al año por salir unas cuantas veces a la calle en primera fila de una ridícula manifestación. Te tenemos calado, Cándido. No eres más que un pobre desgraciado.


 


De Comisiones Obreras ni siquiera voy a hablar. Lo que antes eran dos líderes diferenciados y no bien avenidos, como Redondo y Camacho, ahora tenemos a Tojo, cabeza visible ante las cámaras y auténtico hombre de paja de Méndez. Donde está uno, el otro le acompaña cual perro faldero. Sabe que su sindicato ha perdido como el ochenta por ciento de afiliados que tenía hace diez años, y se arrima al poderoso, al que todavía tiene poder de convocatoria.


 


Y díganme algo. Seamos serios. ¿La alternativa al actual gobierno corrupto es Podemos? ¿Hablamos en serio? ¿Después de haber aprobado sus estatutos basados en las proclamas bolivarianas de Venezuela, Ecuador y Nicaragua y simpatizar con el régimen argentino? Señor Iglesias, qué bien le está saliendo la jugada. Sin hacer absolutamente nada más que cobrar el cuarto de millón de euros que se llevará al año como eurodiputado, gana votos cada día. Mi admiración. Sin embargo, le preguntaría algo a usted y a todos los imbéciles como usted que han formado esa broma de mal gusto llamada Podemos. ¿Cómo pueden defender una ideología bolivariana? Es decir, basada en los principios de Simón Bolívar, libertador (hoy le llamaríamos terrorista) de los países sudamericanos contra la opresión y la tiranía de los invasores españoles. Es decir, ¿está usted en contra de sí mismo? Porque creo que no ha nacido en Andorra, ¿verdad?


 


Este es un país ridículo lleno de gente ridícula. Y lo que es peor, un país de ladrones en el que se roba cada día. Me gustaría defender al gobierno pero, sencillamente, no puedo. Nos esperan años difíciles. Empezaremos por las elecciones autonómicas y seguiremos por las generales. El Partido Popular ha hecho lo que tenía que hacer, o sea, decirle a la gente que no podía seguir por el camino de llevar un ritmo de vida más alto del que podía permitirse y seguir endeudándose como si no hubiera mañana. Tapar los robos de los bancos para que ahora estén saneados después de que miles de ladrones se hayan llevado el dinero impunemente y dejarse los cuernos en Europa, donde nos estaban dando por culo todos los días aprovechando que tenemos el mismo complejo de inferioridad de siempre con respecto al extranjero. Lo que nos mandan de fuera, va a misa y comulga.


 


Pero no se puede defender a nadie hoy en día. Seas del partido que seas. Ya no. Muy malos tiempos se avecinan.


 

viernes, 24 de octubre de 2014

Mierda, mierda y todavía más mierda

Podemos, Izquierda Unida y Amaiur, juntos en Oviedo para protestar por la presencia de los reyes en Oviedo, o por la entrega de premios, o por ... ¿Alguien sabe por qué?


Una cosa está clara: nunca se había juntado en la España reciente, tanta cantidad de basura junta. Deberían haber sacado los camiones de la policía con mangueras de agua. La basura, al vertedero.

jueves, 23 de octubre de 2014

Problemas con las cuentas

Tengo tantas cuentas de correo que al formatear el ordenador no acababa de dar con la correcta para seguir con este blog. Ahora ya puedo. Amenazo con volver pronto.

domingo, 19 de octubre de 2014

Hoy es un buen día

Me emociona profundamente y me alegro tremendamente de que Teresa, nuestra enfermera Teresa, haya dado su primer negativo al Ébola.


Ahora a esperar por el segundo. Ya mismo en casa, Teresa. Y como seguro que querrás volver, ya serás inmune.

jueves, 16 de octubre de 2014

Una grata sorpresa

Es la que me está dejando los primeros capítulos de la primera temporada de The Last Ship. Siempre me han gustado los argumentos centrados en un planeta apocalíptico, no sé por qué, quizás porque no me los acabo de creer, pero esta serie pinta muy bien, de momento.


La primera grata sorpresa con la que nos encontramos es comprobar que el protagonista es Eric Dale. Famoso por su papel en Anatomía de Grey, no había vuelto a saber nada del doctor Mark Sloan desde que los guionistas de la serie le habían matado en el accidente de avión. Sigue estando a la altura en sus papeles de maduro seductor pero con sentido de la responsabilidad. Muy buena actuación la suya hasta el momento.


También me encanta toda la temática referida a la ambientación en un barco de guerra. La terminología, la estructura, el montaje de los decorados y la especialización en lo que están diciendo. No es fácil escribir el guión de una serie como esa, con la gigantesca variedad de posibilidades que ofrece desarrollar una trama física en el interior de un barco de guerra. Muy bien currada.


Esperemos disfrutarla muchos capítulos más, si la serie no baja el listón. Promete, por el momento.

martes, 14 de octubre de 2014

Caída y auge


Hace muchos años, algo así como tres décadas, a principios y mediados de los ochenta, coincidieron en mi tierra, Cataluña, tres series para el disfrute de todos los sectores de la sociedad catalana. Muy diferentes entre sí, pasamos varios años viéndolas, y al parecer los catalanes fuimos los únicos en hacerlo, ya que, al menos en el resto España, esas tres series no se emitieron jamás. Normal en el caso de dos de ellas, insólito en el tercero, ya que se trató de la serie más vista de la época emitida por la BBC británica, la British Broadcasting Channel por si no lo sabían. A causa de uno de sus episodios más deseados, llegaron a retrasar la final del equivalente a la Copa del Rey de fútbol para que veinte millones de ingleses pudieran saber quién había matado a uno de sus protagonistas. Por aquel entonces, David Beckham reinaba en la liga inglesa, antes de jugar en Madrid.

Siempre es curioso contemplar una serie grabada en alguno de los países de la Commonwealth (es decir, de habla inglesa), traducida a una lengua que no es la que has mamado desde que naciste. Era el caso de la desconocida y australiana Neighbours, Veïns en Cataluña y Vecinos en el resto de España si se hubiera doblado y traducido. Una de esas típicas sit-com o “comedia de situación” en la que una docena de personajes desarrollan diversas tramas dentro de unos pocos decorados sin apenas salir a la calle. Aunque, con el paso de los capítulos, te acostumbras. Diablos, estás en tu casa y el catalán forma parte de tu vida como levantarte y acostarte cada día.

La serie de la que hablaba antes, Eastenders, traducida en Cataluña como Gent del barri y que en castellano podríamos venir a llamar como “los que viven al final del río Tamesis en la parte este de Londres”, fue un fenómeno de masas en su país. Por eso hablo de insólito al referirme al hecho de que ni siquiera llegó a España. Más de veinte millones de telespectadores por capítulo durante los no menos de quince años que duró la serie son un motivo más que suficiente para exportarla y comprar sus derechos. En mi caso, toda la familia nos reuníamos después de cenar delante de la tele para verla y, por supuesto, nos encantaba. Incluso su sintonía. Unos años después, me dediqué a buscarla, la encontré, y está grabada como una de las piezas más entrañables de mi colección. Qué grandes recuerdos. Sin embargo, no he sido capaz de encontrar la serie a través de cauces alternativos. Supongo que reposa, guardando polvo, en la filmoteca de la televisión autonómica catalana y nunca se sabrá más de ella. Una lástima.

La tercera serie es de esas que puede considerarse como ridícula. También inglesa, fue de las que solo la población anglosajona podía entender y disfrutar, porque estaba escrita y recreada en el ambiente en el que viven los ingleses. Con su peculiar sentido del humor y su estrafalario sentido del ridículo. Pero me sirve para ejemplificar mi objetivo de esta entrada. Se llamó Caída y auge de Reginald Perrin. Ni idea, ¿verdad? Al estilo de otras como Doctor Slum, fueron series diseñadas para un público muy específico de mediados y finales de los ochenta, esta última para los jóvenes, que la veían antes de irse a la cama y la mañana siguiente la comentaban con los compañeros que se dormían sintonizando TV3. En mi caso no era esa cadena la que se veía a última hora de la noche y yo no llegué a ver la serie. Y por lo que escuchaba a los compañeros de instituto al día siguiente, dudo que hubiera visto más de un capítulo. O un último caso, que refleja la curiosa política de adquisición de series inglesas por parte de TV3 durante esa época: El dia dels tríffids. Sé que todo esto suena a chino, pero forma parte de la historia de mi tierra.

Volvamos a don Reginald. Reginald Perrin era un inglés más de esos que vienen a España en verano con pantalones recortados y calcetines de invierno subidos hasta las rodillas adornados con unas sandalias. Si es que hubiera tenido dinero para venir a España, que no lo tenía. De hecho, se encontraba en el punto más bajo de su vida personal y profesional. Sin dinero, sin trabajo, con una mujer que no le hacía caso y unos hijos pequeños que le trataban como un pringado. Como lo que era. Por si alguien se acuerda, era un señor pelirrojo, típico de allí, y dotado de unas patillas idóneas para los años ochenta. Pero al tal Perrin se le ocurre un día decir que le ha tocado la lotería y es millonario. Ignorado hasta entonces por el resto del mundo, Perrin se convierte en el centro de la atención y se dedica a disfrutar de su popularidad y de que en los mejores restaurantes de Londres le guarden la mejor de sus mesas para comer, comida que por supuesto no paga, solo para que los dueños del restaurante puedan decir que es el favorito de Reginald Perrin. Humor típico inglés.

La serie gira entorno a las peripecias de este hombre a partir de que suelta la bomba de que es rico. Aparecen amigos desconocidos por todas partes, y un par de personas en especial que se dedican a decir todo el rato: “Sí, Reggie”, “lo que tú digas, Reggie”, y llega un momento en el que esas dos frases se convierten en el eje central de la serie durante muchos capítulos. No recuerdo cómo terminó, porque no era una de mis series preferidas, pero sí me ha servido como referencia para recordar cuando alguien hace el ridículo.

Y eso es lo que está haciendo el señor Artur Mas desde hace muchos meses. Menudo cambio de tercio, ¿verdad? Pues de eso se trataba. Hoy hemos conocido que ha anunciado la suspensión de su ilegal y ridículo referéndum de independencia del Estado español. Muchacho, si quieres ser independiente, compra un trozo de terreno en Siberia y planta una bandera catalana. Aquí vives rodeado de varios millones de personas, más de la mitad de ellas descendientes de emigrantes o incluso emigrantes recién llegados y empadronados, y si te fijas en ciudades tan importantes como Badalona u Hospitalet del Llobregat, y ya no digamos Santa Coloma de Gramenet, metiéndote en sus barrios más humildes, allí ni siquiera han oído una palabra de catalán. Como el mismo barrio en el que yo me crié. Allí no hablaba nadie catalán a finales de los setenta. Todavía no se había puesto en marcha la política de inmersión lingüística que domina mi tierra desde entonces, pero en el barrio de La Salud de Badalona nadie hablaba catalán porque nadie había nacido allí, hasta que gente como yo nació y una nueva etapa en la reciente historia de la región empezó.

Por tanto. Seguro que hay mucha gente, quizás algún que otro millón de personas, que desean la independencia de Cataluña. No me cabe duda. Pero la comarca metropolitana de Barcelona engloba a más de cinco millones de personas. ¿Las han tomado a todas por independentistas porque sí? Craso error, señor Mas. Uno más de los muchos que ha cometido y que llevarán a convocar elecciones anticipadas porque  Izquierda Republicana de Cataluña le va a plantear una moción de censura, la va a perder y en las elecciones será usted masacrado por sus propios votantes. Ya perdió doce escaños en las anteriores elecciones autonómicas, lo que habría supuesto la dimisión inmediata de cualquier político decente, algo que usted no es, y en las próximas va a perder usted como el cincuenta por ciento de los votos respecto a las elecciones anteriores.

Por culpa de esas veleidades independentistas en las que seguramente ni usted mismo cree, va a desaparecer de la política como el hombre que intentó existir pero no lo consiguió. Y le va a dejar el testigo a alguien tan siniestro, enemigo de España y falto de criterio como Oriol Jonqueras. Va a dejar a los catalanes con el culo al aire. Solo por no haber sabido rectificar y por haber elegido a los radicales políticos como socios de gobierno. Por supuesto, era la elección lógica en su momento, pero con el cariz que está tomando la situación de los socialistas catalanes, yo hubiera dejado plantado a Jonqueras en mitad de la legislatura y habría pactado con Iceta. Aunque quizás le faltaran votos, aún con su apoyo, para la mayoría absoluta de la que ha disfrutado hasta ahora.

La historia le recordará como el político más fracasado de Cataluña en pleno siglo XXI. ¿Está usted orgulloso, señor Mas?

Para los que somos catalanes y hemos abandonado nuestra tierra en busca de un futuro distinto, hoy es un gran día. Ya vendrán peores.

lunes, 13 de octubre de 2014

Un esperado regreso

Hoy se estrena la nueva temporada de The Walking Dead.


Y vienen otras muchas series con sus nuevas temporadas en las próximas semanas. Ya empezaron The big bang theory, la de momento decepcionante Homeland, Modern Family, y esperan su turno otras como Érase una vez, The black list y un sinfín más.


Como de costumbre, Anatomía de Grey se hará esperar un poco más.


Lo que a mí me gustaría saber es qué sucede con la quinta temporada de Glee. Desaparecida en combate.

sábado, 11 de octubre de 2014

Máxima insondable

La duración de un frigorífico es inversamente proporcional a la cantidad de veces que se abre

viernes, 10 de octubre de 2014

martes, 7 de octubre de 2014

Esto es España

Teníamos que ser el país con el primer caso registrado de Ébola en el mundo fuera de África central, donde se originó.


Ya no solo somos la vergüenza mundial por nuestros políticos y la corrupción generalizada. Ahora también por esto.

lunes, 6 de octubre de 2014

Canciones que no te dejan indiferente XVII

En España, esta chica es una completa desconocida. Demasiado pronto para que mire más allá de su país. De hecho, también lo era para mí justo hasta ayer que escuché una de sus canciones. Una canción que dura exactamente un minuto y treinta y cuatro segundos. Me animo a ponerla en esta sección porque echo de menos otro minuto y medio más, y eso es algo muy a favor de esta chica, dotada con una voz dulce pero a la vez melancólica y no exenta de sensualidad. Escúchenla y verán que no lo hacen una sola vez.


Pero en Estados Unidos sí es relativamente conocida. Kate Stevens quedó en octavo lugar en el archiconocido concurso de American Idol, lo cual no es algo realmente excepcional, pero a esta jovencísima muchacha al menos le sirvió para que le dieran un papel protagonista en una de esas series de la cadena por cable MTV que, lógicamente, solo se puede ver en España a través de operadoras de fibra óptica como Ono. Algo que no tiene todo el mundo en casa. La serie es Las Farsantes, o Faking it, de la que se ha estrenado la primera temporada y se ha renovado para una segunda. Una serie bastante ridícula, pero a diferencia de otras que suelen emitir los canales Cosmopolitan o AXN, no te hacen parar el episodio a los diez minutos porque no aguantas más.


Buena prueba de que apenas es conocida es que solo tiene 8.000 visitas en YouTube de esta canción grabada en estudio. Y de ellas, quince o veinte son mías. Demasiado corta, demasiado sencilla, con solo una guitarra acústica rasgueando muy suavemente y un punteado semi country muy sencillo. Pero una voz melódica que apunta a Nashville muy interesante. Parece ir directa al country-pop, muy valorado en el medio oeste de los Estados Unidos, que parece su objetivo.


No hay mucho más que decir de ella. Sencillamente, escuchen. Por supuesto, no hay más vídeo que el que una aficionada a la serie montó porque en el capítulo en el que aparece ella misma cantando hay una interrupción entre la primera y la segunda parte de la canción. Por eso pongo uno de esos típicos vídeos en los que aparece una foto fija de la chica y la canción de fondo.


Kate Stevens- Hush hush

domingo, 5 de octubre de 2014

Apuntes sobre la final del Mundobasket femenino entre España y las yanquis

Como no podía ser de otra manera, también unos cuantos detalles después de haber visto los dos primeros cuartos y comprobar que, en realidad, no había nada que ver. El mérito ya lo habían logrado al acceder a la final.




Me hacía cierta gracia ver cómo se desempañaban nuestras heroínas de la selección de baloncesto en la final contra las todopoderosas yanquis. De ver a la diosa Alba Torrens y todo lo demás. Pues con medio partido, ya me ha llegado.


Cuando sales a jugar un partido de baloncesto contra Estados Unidos, no sé por qué ningún seleccionador no se da cuenta de que te van a moler a palos en defensa. Y no sé tampoco por qué no saben que en ataque no les van a pitar nada. Te las van a pitar a ti. Son Estados Unidos, y los árbitros salen tan acojonados como los jugadores. O defiendes a palos, o te meten un capazo. Y así va a seguir siendo hasta el final de los tiempos, o hasta que alguien se dé cuenta y les diga a sus jugadores que empiecen a meter codazos en cara, riñones, partes nobles, y que se escape alguna patada. Los americanos defienden así. Salen con medio partido ganado. Todo el repertorio para intimidar al contrario. ¿Hay alguna pelea? Las peleas se resuelven rápido. Pero el agredido o agredido sabrá que volverán a darle, y ya no meterá siete triples seguidos. Eso lo garantizo yo, que he jugado más de una década a este deporte y sé lo que pasa en las pistas. Por eso yo no solía defender. Cuando me daba por hacerlo, había pelea asegurada.


Nuestras chicas de plata han salido, desde el primer momento, asustadas. Como si las americanas llevaran un cuchillo en la boca y les fueran a rajar en cada ataque. Así, mejor quedarse en el vestuario y regalarles la medalla de oro por incomparecencia. Eso no es jugar a baloncesto. Eso es quedarte con la boca abierta mirando cómo las yanquis hacen lo que les da la gana. Que por cierto, no son tan buenas. Esta número 7 ha metido ella solita la mitad de puntos de su selección durante los dos primeros cuartos. Una defensa al límite sobre ella y habríamos acabado casi empatados.


Y otra cosa que no sé por qué coño ningún entrenador dice a sus jugadores. Cuando en el otro equipo hay una jugadora que las dos primeras pelotas que coge se las tira como si fuera la única en pista y las clava en el aro porque es una tiradora excelente, no hay que permitirle un tercer tiro. No se le puede defender a medio metro. Hay que ponerse delante de ella, meter las piernas rodeando las suyas y con las manos taparle la cara en todo momento. Así se defiende, y con un poco de suerte la defendida se cabrea, te da un palo y le pitan personal a ella. Todo lo demás son tonterías.


¿De verdad no hay un solo entrenador en todo el mundo que no sea capaz de decirle eso al defensor del máximo anotador del equipo contrario que te ha hecho diez puntos en dos minutos? No me lo puedo creer.


A pesar de todo ello, un gran campeonato de nuestras chicas. Hasta el partido de ayer. Por cierto, la ayer diosa y hoy doña nadie Alba Torrens, ¿dónde ha estado toda la primera parte? Yo creo que no ha metido ni una.


No encumbremos tan pronto a falsos mitos O como mínimo, prematuros.

Izquierdas y derechas


Algunas veces me han preguntado si soy de izquierdas o de derechas. Como una diferenciación para saber cómo tratarte o, según la respuesta, para criticarte. Ambas cosas me parecen una estupidez.

Yo no soy ni de izquierdas ni de derechas. Políticamente hablando, todo se resume a si eres del PP o si eres del PSOE e Izquierda Unida. Lo de Podemos no deja de ser una estúpida moda pasajera y Rosa Díez no tiene ni tendrá nunca entidad política como para considerarse una alternativa. Yo no me caso con nadie. Ninguno de ellos viene a mi casa a ofrecerme trabajo o a regalarme un coche. El trabajo me lo busco yo y el coche lo compro yo fruto de lo anterior.

Sin embargo, esa pregunta merece una reflexión. ¿Qué tienen las izquierdas y las derechas? No tardan en surgir ideas sobre ambos bandos, porque eso es lo que son. A los de la derecha no le gustan nada los comunistas reciclados, y los izquierdistas tienen una idea muy clara de qué significa la derecha.

Los de la derecha, aunque hayan pasado más de treinta años, siguen siendo los herederos del régimen anterior. Por tanto hoy por hoy son los hijos de los que estaban cuando murió Franco. Simple y pura lógica. Sus papás ya están muy viejos. Los herederos de Franco, los fachas, los clasistas, los enemigos del proletariado y mil adjetivos peyorativos más que no vale la pena mencionar. Sin embargo la izquierda es lo moderno, lo que está de moda, lo que cae bien en todas partes y lo que se afirma henchido de orgullo.

Pues ni una cosa ni otra.

Hace un tiempo salí a dar una vuelta con una chica a la que acababa de conocer. Esta muchacha, que se acercaba a los cincuenta años, era muy conocida en el pueblo porque trabajaba como funcionaria de la Sanidad en la administración local, y de camino a nuestro paseo, le pararon muchas personas por las calles para charlar durante unos minutos. De entre todas las personas que lo hicieron, me fijé en una muy particular: una joven morena y muy atractiva, con el pelo muy largo, y acompañada ella sola de cinco muchachos, más o menos de la misma edad y que más o menos querían hacer lo mismo con ella. Iniciaron una breve conversación y de repente la joven, que no tendría más de veinte años, aprovechó la mínima que se le presentó para hablarle a mi acompañante ocasional de la falta de valores de la sociedad actual.

Mi acompañante no tenía muchas ganas de escucharla, así que optó por decirle que sí a todo y despedirla porque tenía que marcharse y porque, lógicamente, estaba conmigo. La joven nos miró a los dos como si fuéramos dos conocidos casuales que nos dirigíamos a casa de uno de los dos para mantener un encuentro íntimo. Su rostro de desprecio fue realmente abominable, hasta el punto en el que, si mi acompañante no me coge del hombro y me saca de aquella calle, me hubiera dirigido a aquella muchacha para preguntarle si tenía algún problema.

Aquella joven no tenía por qué ser ni de izquierdas ni de derechas, pero lo peor fue esa mirada inquisidora que nos dirigió cuando mi acompañante le dijo que teníamos prisa. “¿Prisa para qué?” Debió pensar. “¿Para echar un polvo fuera del matrimonio?” Pues no iban por ahí los tiros. Dimos un paseo y después cada uno se fue a su casa, pero, ¿y si hubiera sido exactamente lo que ella pensaba? ¿Algún problema con eso?

La izquierda es, fundamentalmente, activa. Cuentan con ese rastro, ese poso, de que son los perdedores de la Guerra civil y los maltratados durante la dictadura y todavía se aferran a esa situación histórica pasada de época cuando la derecha le discute sus teorías y no saben por dónde salir. Recuerdo ahora aquel discurso del fallecido socialista Ernest Lluch, que fue interrumpido por unos de esos a los que ahora llaman radicales hasta el punto de obligarle a callarse. Cuando el energúmeno se cansó de insultar a toda su familia y se calló, antes de que le echaran, Lluch pronunció una frase de esas que quedan para la Historia: “No comparto sus ideas, pero en esta democracia moriré para defenderlas si es necesario”.

La derecha, sin embargo, es mucho más pasiva. Es clasista y es jerarquizadora. En la derecha no veremos a un muchacho de treinta años como número dos del PP, porque ellos mismos se tapan y se eligen a sí mismos. A mí no es que me apasione Pedro Sánchez. Me parece el mismo caso que Susana Díaz, la que hace de presidenta de la Junta de Andalucía. El primero aún no ha tenido tiempo de asentarse y todavía basa su nueva jefatura del PSOE en una campaña de imagen pura y dura. De la segunda, mejor no hablar. Ya ha cumplido un año como presidenta, y todos los analistas políticos coinciden en un par de cosas: la primera, que no ha hecho absolutamente nada desde que es presidenta. Marketing e imagen. Nada más. Y la segunda, quedar como una cobarde ante la primera discrepancia con sus socios de gobierno, los de Izquierda Unida, que por tocar pelo, es decir, arañar una cuota de poder allá donde sea, son capaces de aliarse desde el PP hasta Amaiur para conseguir una concejalía o un escaño. A la primera amenaza de romper el pacto de gobierno y el fantasma de una moción de censura en el parlamento andaluz, se ha bajado los pantalones y ha cedido. Y así hará durante toda la legislatura.

Para mí, Izquierda Unida, con sus dos voces cantantes, Cayo Lara y Gaspar Llamazares, son lo peor de este país. Dos individuos que en todos los años que llevan como políticos no han ofrecido una sola idea útil para el desarrollo del país, y además se limitan a cobrar puntualmente de sus escaños como diputados y asegurarse una jubilación de oro y diamantes. Dos comunistas que vivirán su retiro como si fueran ricos. Paradojas que solo se dan este país ya que, en la madre patria, es decir Rusia, por muy ex comunistas que sean, los más ricos del país también están en el gobierno, como el mismo Putin, oligarca de gas y petróleo. Pero ¿no eran comunistas?

Por tanto, izquierda y derecha son dos caras de la misma moneda. Yo paseo por mi pueblo y veo cómo está. Gobierna un alcalde del PP, elegido porque solo había dos candidatos, el otro no gustaba a nadie y se conformó con que le dieran el puesto de jefe de la autoridad portuaria. Debe cobrar más que el propio alcalde. Pero mi ciudad está hecha un desastre, y a mí no me sirve que digan que no tienen dinero en caja. Pidan créditos. La situación ya no está como en 2011 o 2012, con el país al borde de la quiebra técnica. Pueden volver a endeudarse, sobre todo si suben los impuestos como lo están haciendo. El IBI, ese impuesto que se paga por el derecho a ser propietario de un piso, se va a multiplicar por dos hasta 2019. Mi madre, que cobra 649 euros al mes como pensionista, en 2019 tendrá que dedicar una sola de sus pagas para pagar ese impuesto.

Qué quieren que les diga. Yo no voto a un alcalde que le hace eso a mi madre.

Se está hablando mucho de la reforma de la Constitución. Yo estoy a favor porque tiene 36 años de vida, y a España la han girado del revés desde entonces. Hay que actualizarla. Pero si durante aquel 1978 los grupos políticos fueron capaces de sentarse en la misma mesa, olvidar sus diferencias y llegar a acuerdos sobre lo más fundamental para nuestra convivencia, ¿creen ustedes que los actuales líderes políticos harían lo mismo? ¿Ven ustedes a Artur Mas poniéndose de acuerdo con Mariano Rajoy acerca de los nuevos privilegios que debería tener Cataluña? ¿A Íñigo Urkullu y Rosa Díez?

Imposible. Sobre todo, porque todos los convocados para reunirse en esa mesa, harían algo que no podrían evitar: intentar sacar tajada política de su presencia en esa mesa. ¿Se imaginan a un representante de Podemos intentando actualizar la Constitución?

Tiemblo solo de pensarlo.

viernes, 3 de octubre de 2014

Un país de ladrones

Todo el que ha podido meter mano en caja ajena durante los últimos diez años, lo ha hecho. Qué pocos se salvan y pueden decir que han manejado millones de euros y no se han llevado un céntimo a Suiza. O que no se han gastado 300.000 euros en dietas en un año porque no sabían que no podían hacerlo, como los malnacidos de Bankia.


¿Cuánto dinero pueden haber robado todos estos mangantes en los últimos diez años? ¿Quinientos mil millones de euros? ¿Creen que exagero? Pues yo no. Con ese dinero, no tendríamos cuatro millones y medio de parados según INEM. Y es que yo me río de la Encuesta de Población Activa. Lo que cuenta son los cotizantes a la Seguridad Social, no los que te dicen por la calle que están en el paro y a lo mejor acaban de volver de ponerle una ducha nueva a una clienta en negro. En eso también mentimos. Si eso no hubiera sucedido, no pasaríamos del millón de parados. El Estado y las empresas habrían dispuesto de dinero para mantener funcionarios, brigadas operativas, construcción y mantenimiento de infraestructuras y todo lo que necesitamos para subir adelante al país. Un millón de parados, menos del diez por ciento de la población activa total, es una cifra tolerable. No por la cifra en sí, si no porque sabes que si te quedas en paro, hay mercado laboral suficiente como para que en una semana o en un mes vuelvas a encontrar trabajo.


En uno de los próximos artículos escribiré una de mis soluciones inmediatas para la crisis. Creo que ya escribí sobre ello hace tiempo, pero sigue estando vigente.


Lo que más nos jode a los que hemos sido honrados, es no haber tenido acceso a esas cuentas multimillonarias de las que podríamos haber sacado un pastón, meterlo en Suiza y a vivir la vida.


¿Sale a cuenta ser honrado?

miércoles, 1 de octubre de 2014

Canciones que no te dejan indiferente XVI

Fue una de las tres mejores voces de la Historia de la música en España. Podríamos añadir a esa lista a Nino Bravo y la tercera... la dejo a la elección del público.


Fue, es, y será, la mejor voz de la copla, indudablemente. Su increíble y profundísima técnica vocal y sus eternos sostenidos para los que habría que tener no dos si no cuatro pulmones le convirtieron en un privilegiado que supo sacar partido al extraordinario don que se le había concebido. También se dedicó a hacer películas para promocionar su increíble voz y hoy por hoy es recordado como el mejor en su disciplina.


Podemos hacer distinciones acerca de quién fue el mejor cantante en copla, en música tradicional española, en canción española, en pop, en rock. En cualquier variedad de música que hayamos oído. Pero lo de este hombre es incontestable. Antonio Molina llenaba corazones y provocaba emociones indescriptibles cada vez que cantaba, y además coincidió en una época de la Historia de España en la que hacía falta una persona como él. Una persona con la que la gente se sintiera identificada y además les ayudara a mitigar sufrimientos y aliviar los corazones. Él lo consiguió.


Por eso está en el panteón de los mejores de siempre. Y, por supuesto, traigo su canción más conocida. La bandera con la que se presentaba ante el mundo. Hay cientos de versiones de esta canción y a mí me gustaría poner la que grabó en el estudio, pero para esta ocasión es mejor escuchar la que incluyó en su película Esa voz es una mina, creada por supuesto única y exclusivamente para su lucimiento.


Señores, pónganse de pie. No encontrarán otra voz como esta.


Antonio Molina- Soy minero