lunes, 27 de octubre de 2014

Un panorama desolador



Observas las informativos de la noche, después de divertirte y emocionarte en Pasapalabra, y es como si volvieras a un mundo en el que no quieres estar.


 


La trama de corrupción generalizada del Partido Popular empieza a desvelarse a nivel nacional, después de que los peperos hubieran conseguido silenciar, en mayor o menor medida, al pesado e impresentable de Luis Bárcenas y la ingente cantidad de dinero que llegó a manejar. Una cosa es cierta en este sentido: cualquier día aparecerá ante los medios de comunicación para decir que ve elefantes volando, pero no por ello deja de ser sospechosa, más que sospechosa, toda la trama de sobresueldos, financiaciones y gastos diversos no declarados a Hacienda. Demasiado volumen de casos abiertos como para que no haya algo de cierto en lo que dice este ladrón multimillonario.


 


Pero no crean que los demás se libran de la palabra ladrones. Los socialistas hacen lo que pueden allá donde les toca algo de poder, porque son corruptos por naturaleza como la derecha es autoritaria, rancia y clasista. Allí tenemos todo el sur, Andalucía, donde los millones se escapan como gotas de sangre en una hemorragia sin fin. ¿Creen que durante el gobierno de Zapatero no se llevaron los millones en bolsas de basura? ¿Juan Guerra y sus cafelitos?


 


Todos, todos, todos. Incluso los regionalistas de Convergencia Democrática de Cataluña. Treinta años cobrando el cinco por ciento de cualquier concesión de obra pública y además no le daban un euro a sus socios de Unión. Catalanes tenían que ser. ¿Se imaginan la millonada que supone eso? Muy buena la jugada de la independencia para despistar. Pero esa jugada se acabará. Todos volverán a sus casas y tirarán las pancartas a los contenedores y entonces empezará lo serio. Y lo serio será la corrupción socialista aliada en tiempos de Montilla y Carod-Rovira (¿Creen que no se llevaron dinero a espuertas durante esos cuatro nefastos años?), la investigación a fondo de los interminables trapicheos de los Pujol y, no se olviden, Euskadi tampoco se librará. El País Vasco es rico, la región más rica de España, y allí también saldrá de todo, porque la riada de millones que se mueven allí cada día, gracias a su intolerable fiscalidad puesta en alfombra roja por los sucesivos gobiernos de Madrid para obtener sus necesarios votos en el Parlamento de Madrid. Ayudar al Estado no es gratis para los vascuences. Simplemente, odian tener que pertenecer a un Estado que no soportan y se vengan así. Recuerden: ni siquiera llegaron a firmar la Constitución. Y en más de treinta años, no han dado un palo al agua para atacar a ETA.


 


Y no dejaré de mencionar a los sindicatos. En su caso, han quedado marcados de por vida. No hay nada peor, dentro de un orden tolerable, que un sinvergüenza. Un sinvergüenza es aquel que perjudica a los demás con sus acciones beneficiándose a sí mismo sin importarle el perjuicio que pueda provocar. El mayor sinvergüenza de España en ese sentido se llama Cándido Méndez. O eso, o es un paleto de pueblo (¿Quién me dijo que era economista de profesión? Pero ¿tiene profesión ese señor?) que no se ha enterado de todo lo que ha hecho el sindicato que """dirige""" a lo largo y ancho del Estado español. No puede haber hombre más inútil en España. Que además sale ante cualquier micrófono que le ponen delante para decir que su sindicato es inocente de todo lo que se le acusa cuando ya hay dos docenas de sindicalistas en prisión durante su mandato. No se puede ser peor jefe. Debería haber dimitido hace tiempo, pero eso es algo que no se estila en este país, y más en un sindicalista que parece no haberse duchado ni afeitado en años y que cobra cien mil al año por salir unas cuantas veces a la calle en primera fila de una ridícula manifestación. Te tenemos calado, Cándido. No eres más que un pobre desgraciado.


 


De Comisiones Obreras ni siquiera voy a hablar. Lo que antes eran dos líderes diferenciados y no bien avenidos, como Redondo y Camacho, ahora tenemos a Tojo, cabeza visible ante las cámaras y auténtico hombre de paja de Méndez. Donde está uno, el otro le acompaña cual perro faldero. Sabe que su sindicato ha perdido como el ochenta por ciento de afiliados que tenía hace diez años, y se arrima al poderoso, al que todavía tiene poder de convocatoria.


 


Y díganme algo. Seamos serios. ¿La alternativa al actual gobierno corrupto es Podemos? ¿Hablamos en serio? ¿Después de haber aprobado sus estatutos basados en las proclamas bolivarianas de Venezuela, Ecuador y Nicaragua y simpatizar con el régimen argentino? Señor Iglesias, qué bien le está saliendo la jugada. Sin hacer absolutamente nada más que cobrar el cuarto de millón de euros que se llevará al año como eurodiputado, gana votos cada día. Mi admiración. Sin embargo, le preguntaría algo a usted y a todos los imbéciles como usted que han formado esa broma de mal gusto llamada Podemos. ¿Cómo pueden defender una ideología bolivariana? Es decir, basada en los principios de Simón Bolívar, libertador (hoy le llamaríamos terrorista) de los países sudamericanos contra la opresión y la tiranía de los invasores españoles. Es decir, ¿está usted en contra de sí mismo? Porque creo que no ha nacido en Andorra, ¿verdad?


 


Este es un país ridículo lleno de gente ridícula. Y lo que es peor, un país de ladrones en el que se roba cada día. Me gustaría defender al gobierno pero, sencillamente, no puedo. Nos esperan años difíciles. Empezaremos por las elecciones autonómicas y seguiremos por las generales. El Partido Popular ha hecho lo que tenía que hacer, o sea, decirle a la gente que no podía seguir por el camino de llevar un ritmo de vida más alto del que podía permitirse y seguir endeudándose como si no hubiera mañana. Tapar los robos de los bancos para que ahora estén saneados después de que miles de ladrones se hayan llevado el dinero impunemente y dejarse los cuernos en Europa, donde nos estaban dando por culo todos los días aprovechando que tenemos el mismo complejo de inferioridad de siempre con respecto al extranjero. Lo que nos mandan de fuera, va a misa y comulga.


 


Pero no se puede defender a nadie hoy en día. Seas del partido que seas. Ya no. Muy malos tiempos se avecinan.


 

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