martes, 22 de julio de 2014

Confesiones

Seguro que te preguntas por qué he cambiado tanto durante los últimos años.
Seguro que te preguntas por qué ya no soy el que decía sí a todo y no protestaba.
Seguro que, a veces, piensas que ha sido un error que te acompañara en tu nueva aventura.
Seguro que, en el fondo de ti, estás deseando que vuelva a la vida en la que te mantenías tranquila.
Seguro que piensas que vas a cargar conmigo hasta el final, aunque al final seré yo el que cargue contigo.
Seguro que piensas que, en algún momento, te quedarás sola, porque yo te abandonaré, pero no como tú deseas que lo haga.
Seguro que a veces piensas en que lo más probable es que esta aventura finalice pronto.


Pero,
¿Sabes? No me voy a cansar. Lo seguiré intentando.
¿Sabes? Quizás he cambiado tanto porque todo me sale mal. Porque los fracasos, uno tras otro, convierten el vino de mi carácter en vinagre que esparzo a mi alrededor.
¿Sabes? Ya no tengo veinte años. Ya tengo mis propias ideas. No te gustan, lo siento mucho.


No puedes entrar en mi cabeza porque crees que es una tormenta que nunca va a dejar paso a los rayos del sol. Pero te equivocas. La tormenta debe amainar. Y yo intento que lo haga, volver a cerrar los ojos porque disfruto de esa brisa que ha dejado de ser tempestad. Y al no poder entrar, me dejas por imposible y permites que la vida continúe como un día más, creyendo que el día siguiente será mejor. Que yo abriré los ojos. Que despertaré de lo que crees que no sé.


Pero sí lo sé. Lo sé mejor que nadie. Tú sales adelante porque ya has cumplido con lo que tenías encomendado en esta vida, pero yo todavía tengo mucha arena que remover para construir un castillo al borde de la orilla de la playa. Pero es mi castillo. Debo construirlo yo. Y aunque no te guste, debo elegir yo mi camino, mis almenas, mis caballeros, mi reina, mi trono. No será conocido en cien leguas a la redonda, pero lo habré construido yo. Con mis éxitos y mis fracasos.


Porque, a pesar del inmortal vínculo que nos une, siempre seré yo. No lo que los demás quieran que sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario