miércoles, 26 de noviembre de 2014

Bien hecho, pero ....

Después de la del infumable Gallardón, ha sido la más esperada y lógica.


La dimisión de Ana Mato, soberbia, agria, antipática, muda y arrogante ministra de Sanidad, es una consecuencia lógica de dos situaciones: su implicación en la trama Gürtel, y su desastrosa, nefasta y pónganle todos los adjetivos que quieran a su gestión durante la crisis del Ébola en España. Hasta tuvo que ser relevada como máxima responsable del gabinete de crisis por la vicepresidenta, en un evidente acierto de Rajoy porque esta señora, ni estaba preparada para ser ministra, ni sé a qué rayos se dedica más que a calentar asientos durante los últimos treinta años. Como tantos otros parásitos que se llenan la palabra de democracia desde los años ochenta. Bravo por usted. Ahora váyase a la puta calle y no vuelva.


Ahora bien .....


Señores socialistas ......


Señores que piden dimisiones por escupir un chicle a la calle ....


Señor PEDRO SÁNCHEZ .....


¿Cuándo va a dejar de ser usted un SINVERGÜENZA que solo tiene carisma e imagen, y junto a la señora Susana Díaz, otra sinvergüenza de marca mayor, les van a exigir a los ex vicepresidentes de la Junta de Andalucía Griñán y Chaves, cuyas implicaciones en la trama de los ERES ya han llegado hasta el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que también DIMITAN de sus onerosos cargos de senadores?


Aquí, o todos moros, o todos cristianos.

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